¿Cuál es el camino que hay que seguir para pasar este momento de incertidumbre? ¿Avanzar, bajar la marcha o frenar? La incertidumbre que transmite la falta de resolución del conflicto judicial entre la Argentina y los fondos buitres no hizo más que alimentar las dudas de los actores económicos respecto de los próximos pasos que se darán. Por ahora, el escenario planteado es como la de aquella persona a la que un nutricionista o un médico le recomienda dieta estricta, al decir del economista Tomás Bulat. “El empresario debe estar pensando hoy cómo se saca la grasa; esto es, prepararse para correr a mayor ritmo cuando pase la turbulencia, porque estamos frente a un fin de ciclo económico y no ante una crisis fuerte”, indica a DINERO. En otras palabras, en muchas de las pequeñas, medianas y algunas grandes empresas la conducta ha sido la de ajustar un poco esperando que algo bueno suceda.
“Las empresas se pusieron a dieta frente a tanta incertidumbre, y esto, también implica ser más eficiente con lo que se tiene y manejar la compañía financieramente mejor”, indica. En otros términos esto implica un manejo prudente, no expansivo, pero que no necesariamente debe implicar pánico por lo que se viene. Bulat cree que se avecinan ocho meses difíciles, porque ahora la consigna económica del Gobierno es llegar a marzo de la mejor manera posible, incluyendo un arreglo con los “holdouts”. Y en el mientras tanto puede pasar:
• Que los inversores pequeños dejen de lado los bonos dolarizados si es que se declara el default, sin saber a cuánto liquidarlos. Bulat sostiene que le quedará como alternativa el dólar denominado contado con liqui.
• El mediano empresario, según el economista, tendrá que buscar el modo de comprar dólares y adquirir más insumos y más activos para acumular mercaderías para el próximo ciclo.
• Las grandes compañías tienen que tratar de conseguir financiamiento barato, que se ponga a invertir en pesos, pensando en el despegue, más que en la coyuntura. Esto quiere decir, proyectarse a marzo.
Según el economista Emiliano Colombo, los próximos seis meses estarán atados a la resolución del conflicto con los fondos buitres. “Las empresas y los ahorristas van a seguir mirando variables como el dólar, la tasa de interés o la inflación, que no son completamente independientes al caso holdouts”, indica.
En una visión más macro, Colombo cree que la Argentina necesitará dólares que no vengan solamente del superávit comercial. En suma, inversiones. “Si hay arreglo, será más fácil que lleguen capitales, estabilizar las reservas y el tipo de cambio y generar empleos”, sostiene. De otro modo (el no arreglo), derivará en más especulación, con todo lo negativo que ello implica.